La seda generalmente está montada en un marco de madera o varillas de desplazamiento tradicionales para mantener la tensión durante la pintura. A diferencia del lienzo estándar, la seda requiere una preparación especializada para mejorar la adhesión de la pintura al tiempo que preserva sus delicadas fibras. Due al tejido fino de la seda y la superficie lisa, el cebado excesivo puede oscurecer su brillo característico.